Accesibilidad y disponibilidad, principios básicos de un hormigón sostenible

Uno de los principios básicos de la sostenibilidad es la cercanía. El consumo de materiales locales, cercanos al lugar de uso, presenta como principal ventaja la reducción de las distancias de transporte, lo que a su vez significa:

  • Menores emisiones, no solo de gases de efecto invernadero, sino también de gases contaminantes como son los óxidos de nitrógeno y azufre o el monóxido de carbono.
  • Un menor coste, puesto que el transporte también tiene una repercusión económica.
  • Una reducción en el índice de ruido, ya que los vehículos pesados son una fuente significativa.
  • Una reducción del índice de siniestralidad en carretera.

Por estos motivos, la disponibilidad abundante, local y rentable del hormigón como material de construcción implica un alto nivel de sostenibilidad ambiental, social y económica.

Pero, además, el hecho de que un material sea de producción local implica que no depende del contexto geopolítico mundial, lo que aporta una doble garantía:

  • Que no se producen roturas de stock que suponen bien la falta de disponibilidad del material, bien unos plazos de entrega excesivamente elevados.
  • Que la volatilidad de los precios de ese material es muy inferior y que, por lo tanto, se puede realizar una planificación a medio y largo plazo.

Las materias primas que se utilizan en la fabricación del hormigón son locales:

  • El cemento. Actualmente, hay aproximadamente 30 fábricas integrales de cemento en España, lo que minimiza las necesidades de transporte. Además, las materias primas que utiliza el cemento también son locales, puesto que se trata de piedras calizas y arcillosas, material muy abundante en el territorio nacional.
  • Áridos. Los áridos calizos y silíceos que mayoritariamente se utilizan en la fabricación de hormigón están disponibles en prácticamente cualquier punto del territorio.
  • Agua. Quizás sea, actualmente, el componente más escaso del hormigón, si bien, las plantas de fabricación de hormigón tienen sistema de reciclaje de agua para minimizar su consumo.

Como se puede observar, no hay ningún material componente del hormigón que no esté disponible en España, por lo que el hormigón es un material 100% local.

Por lo tanto, se puede afirmar que el hormigón es un material sostenible desde un punto de vista social, ya que estará disponible para atender la demanda cuando esta se presenta, sin retrasos en los plazos de entrega que, en algunos casos, pueden ser críticos, como puede ser la construcción de un hospital, por ejemplo.

Por otro lado, también se puede afirmar la sostenibilidad económica del hormigón, no porque sus costes se mantengan constantes, que no es el caso, puesto que, como cualquier otro producto, está sujeto a la inflación; sino porque el incremento de dichos costes es predecible y no está influenciado por las compras masivas que países como China o Estados Unidos hacen en un momento determinado por razones de consumo interno.

En resumen, al igual que se valora cada vez más la independencia energética alimentaria de los países, se debe también valorar su independencia con respecto a algunos materiales y productos básicos que son imprescindibles para el desarrollo económico y social de un país y los productos de construcción encajan en esta definición. Por lo tanto, no debemos fiar la estabilidad del sector de la construcción a materiales importados, sujetos a tensiones geopolíticas internacionales y que, en un momento de emergencia, pueden no estar disponibles.