Sonia Fdez. Ayala
Directora General de ANDECE.
Me complace participar en el recién estrenado Blog de la Plataforma del Hormigón para anunciar la nueva edición del Libro Verde de la federación europea de prefabricadores de hormigón www.bibm.eu de la que ANDECE es miembro activo.
Esta edición recoge toda una serie de hechos contrastados que pocas veces se ponen de manifiesto y que cabe destacar:
Explica cómo la industria del prefabricado se está volviendo más eficiente en recursos y consciente del medio ambiente y cómo sus productos pueden contribuir a lograr una construcción más ecológica.
Entre 1990 y 2018 las emisiones de CO2 procedentes de la fabricación de cemento se redujeron en un 19,2%, lo que ha mejorado directamente la huella de carbono del hormigón. La industria del prefabricado trabaja arduamente para mejorar la eficiencia del uso del cemento maximizando la hidratación y optimizando el contenido de cemento para reducir el CO2 incorporado.
La absorción de CO2 en hormigón se ha conocido desde hace mucho tiempo, pero sólo recientemente se ha identificado como un potencial sumidero de carbono. Durante su vida útil, el hormigón reabsorbe de manera efectiva hasta el 25% del dióxido de carbono que se utilizó para fabricarlo inicialmente. Cuando los productos se trituran para su reciclaje al final de su vida útil, esta cantidad se puede duplicar.
Edificios de hormigón y estructuras de hace cientos de años todavía están en uso hoy en día. Algunas estructuras de hormigón, proyectadas hace más de 2000 años, todavía están ahí. La vida útil de más de cien años se puede lograr cuando sea necesario, especialmente para infraestructuras críticas. El túnel del canal, por ejemplo, fue diseñado para durar 120 años. Las autoridades suecas están considerando una vida de diseño de 100 a 150 años para el drenaje sostenible y, en su estudio, identificaron el hormigón como una solución adecuada. Los fabricantes pueden ofrecer orientación sobre el diseño de la durabilidad. El hormigón aumenta en fuerza durante cientos de años después de su instalación. Además, se puede confiar en que funcione de forma coherente año tras año.
La mayoría de las necesidades de productos de hormigón se pueden satisfacer localmente, por lo que simplemente no hay necesidad de importar materiales desde miles de kilómetros de distancia. En la mayoría de los países europeos, la distancia media de transporte para los áridos es inferior a 30 km y para el cemento por debajo de 150 km. Esto reduce los impactos vinculados al transporte, pero también contribuye al desarrollo de la región.
El hormigón es conocido por su capacidad intrínseca para almacenar y liberar energía térmica y regular la temperatura interior. En los edificios residenciales las ganancias de energía son de hasta el 9%, mientras que en los edificios de oficinas puede llegar a ser hasta un 15% en comparación con una estructura ligera.
En fin, destaco aquí sólo algunas de las características que hacen de las soluciones constructivas en hormigón una vía inteligente para alcanzar las metas de economía neutral de carbono y economía circular eficiente energéticamente.